lunes, 14 de septiembre de 2009

Cuánto "bandalismo", qué mal está el mundo

Las fiestas de Pozuelo de Alarcón y la batalla campal que en ellas se lio entre los jóvenes y la Policía llevan más de una semana dando mucho que hablar. Sin embargo, para ver patinazos entre la "b" y la "v" no hace falta irse a esta localidad madrileña. Hoy, al hilo del tan traído y llevado "vandalismo" del que fueron testigos los habitantes de Pozuelo y los sufridos agentes que hubieron de enfrentarse a una marabunta alcoholizada, enfervorecida y sin valores, hemos decidido cruzar fronteras y demostrar que los desaciertos periodísticos no son un asunto exclusivo de España, sino que en numerosos medios hispanohablantes la cosa está igual o peor.

Comenzamos por La Crónica, diario del estado de Baja California, en México. No voy a comentar la redacción farragosa, las comas mal puestas (como la de las primeras líneas que separa sujeto y verbo) y, en general, la escasa inteligibilidad del texto, pero sí haré referencia al horroroso "*bandalismo" que aparece al final del mismo.


En El Espectador de Uruguay es un poco más fácil entender la noticia, pero me temo que tampoco en su redacción son muy amigos del diccionario.

El diario venezolano El Nacional peca exactamente de lo mismo: de tener los diccionarios llenos de polvo.


Sin embargo, no podemos abandonar un tema tan candente sin pasear un rato por nuestros medios nacionales, donde la flor y nata del periodismo destroza la lengua impune y constantemente cada día sin despeinarse siquiera.

Comenzamos por Telecinco, esa cadena que, en lugar de apostar por la telebasura, directamente se ha convertido en ella. Además, los encargados de manejar las tituladoras parece ser que no necesitan ni el graduado en ESO para trabajar ahí. Transcribiendo unas palabras pronunciadas por Federico Jiménez Losantos en la radio, se les coló un *bandalismo.




En ABC (si Luca de Tena levantara la cabeza...) dan cuenta también de algún problemilla entre la "b" y la "v".


Adn, protagonista indiscutible de nuestro blog, no porque tengamos una especial querencia por él, sino porque no queda más remedio que nombrarlo constantemente dada su inclinación a la deconstrucción sintáctica y el neologismo, reivindica su lugar en esta entrada a golpe de faltas de ortografía.

Terminamos con Hoy Extremadura, medio en el que conjugan el desconocimiento de la ortografía correcta de "vandalismo" con ciertas dificultades a la hora de redactar un titular comprensible por la mayoría de los mortales.


Hay cosas que se arreglarían fácilmente con una simple consulta al DRAE, pero si nos dejamos vencer por la pereza, el afán de producir rápido aunque mal o una confianza infundada en nuestros conocimientos, pasan cosas como éstas.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Hecho o echo, esa es la cuestión

Uno de los errores más dolorosos para la vista es aquel que confunde el participio del verbo "hacer", "hecho", con la primera persona del presente de indicativo del verbo echar, "echo". Aun así, son muchos los casos de error a que da lugar este par de homófonos.

Lo que no es de recibo es que los profesionales de la comunicación no sean capaces de distinguir estos dos términos o, lo que es peor, den lugar a derivaciones como "hechar de menos", creando un verbo -"hechar"- que, al menos en español, no existe. Y lo conjugan y todo.

Comencemos por IKEA. En el marco del programa de fidelización de clientes "IKEA Family", la empresa edita una revista en la que proporciona ideas de decoración y publica reportajes de casas idílicas (todas decoradas con muebles propios, obviamente). En el número del verano de 2009, página 5, encontré lo siguiente:


Aquí el entrevistador anónimo tiró de neologismo innecesario al transcribir su diálogo con la matriarca de la familia alemana cuyo barracón veraniego es retratado en las páginas subsiguientes. Lo de "barracón" no es despectivo: la casa de verano es un barracón de obra reformado.

En el Diario La Rioja atestiguan que Sagrario Loza, consejera de Servicios Sociales de esa comunidad autónoma, hace caso omiso de la tan traída y llevada "paridad".



En el sitio web de la cadena Cope, se vuelve a conjugar el inexistente verbo "hechar".


Finalmente, en la página web "Mercafutbol" (así, sin tilde), especializada en el "deporte rey" (denominación que no comparto) se les vuelve a colar un verbo "hechar", sólo que aquí lo que se "hecha" es humo. Si por haches no será, no...


Claro está, no cabría esperar otra cosa de un redactor que ni a su propio nombre le pone la pertinente tilde en "José". Con respecto al uso de las comillas simples donde deberían ir las dobles ya hablaré un día de estos.

En pocas palabras, del "echo" al "hecho" sólo hay una "h". Cuidado, no vaya a estar de más.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Échale una mano a la barra espaciadora

Volvemos a referirnos a Carrefour o, más concretamente, a su campaña "Échale una mano al Medio Ambiente", una acción demagoga como pocas en la que apenas se hace referencia al marco legal que pretende promover la desaparición de las bolsas de plástico (otra vergüenza, pues el Plan Nacional de Residuos Urbanos pretendía retirarlas en 2010 y ahora resulta que 2010 es la fecha en que empezarán a debatir sobre el asunto), sino que aprovecha para darse bombo en aras de la conservación de un medio ambiente que, además, y sin justificación alguna, escriben reiteradamente con mayúscula.

Y es que no es la primera vez que comentamos que la ortografía es parte de la imagen, sea ésta del tipo que sea. Sin embargo, si se trata de una imagen corporativa que pretende afianzarse positivamente entre los clientes (potenciales o no), deberían darle la importancia necesaria a la vía a través de la cual comunican su mensaje.

El redactor (o redactora, no vayan a echárseme encima los defensores y defensoras de la perspectiva de género) parece tener un serio problema con la barra espaciadora de su teclado, pues no son pocas las veces en que aparecen juntas palabras, cifras o letras que no deberían estarlo, o bien pone espacios de más.


Pero no sólo tiene problemas con eso. También tiene a bien separar el sujeto del verbo en el último párrafo ("Carrefour, convoca...) y escribe el vocablo posgrado como una especie de extraño compuesto con guión sacado de su chistera de mago de las palabras (*post-grado).

Concluyendo, me parece abominable que se quiera sacar tajada de algo como la conservación de un medio ambiente que, por el contrario, no dejan de contaminar al emplear bandejitas de poliestireno expandido para comercializar la carne o la fruta o, peor aún, impulsando la venta de marcas que emplean abiertamente transgénicos en la elaboración de sus productos. Lo más suave que se me ocurre para denominar esto es hipocresía.

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INCISO:

Ahora toca suavizar el tono y comunicarles que me dispongo a soplar veintiocho velas. Todas mías. No sé si sobreviviré a tal gesta.

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INCISO (II):

Logré soplarlas de una sola vez. Para años venideros, seguiré el consejo de Estodevivir y me haré con velas de numeritos, que siempre serán más fáciles de apagar.


sábado, 5 de septiembre de 2009

Sin tetas no hay Sierra Elvira

He vuelto a Carrefour y, aunque en el que he estado hoy no he encontrado el "*legía" de la entrada del otro día (y menos mal), entre las fotos que he podido sacar de extranjis, ésta es una de las que más me ha impactado.

Los que viváis en España conoceréis, o al menos os sonará de oídas, la serie de Telecinco "Sin tetas no hay paraíso", adaptación del formato colombiano de mismo nombre que, a su vez, se basaba en el libro homónimo de Gustavo Bolívar. Va de narcos, historias de amor y celos y esas cosas. Yo no he visto ni un solo capítulo, siendo sincera. Pero su título ha sido lo primero que se me ha venido a la cabeza cuando he visto en el híper el siguiente cartel:





¿"Mejor con mama"? ¿Perdón? No sé ustedes, yo tengo dos, no me voy a dejar una en casa para ir a ningún proyecto solidario.

Bromas aparte, además de la tilde ausente en "mamá" y la de "organización", lo que más me ha llamado la atención es la falta de coherencia que refleja la la totalidad del cartel. "Fundación" sí lleva tilde y "colaboración" también, por lo que deduzco que el rótulo será estándar para todos los establecimientos del país y cada uno de ellos imprimirá por su cuenta y riesgo las acciones que se realicen en sus cercanías.

Me produce tristeza y rabia a partes iguales el hecho de que se promocione un proyecto solidario prestando tan poca atención a los detalles. La imagen es crucial, y la ortografía es parte de ella. ¿Por qué no se le dará la importancia que verdaderamente tiene?

Así que, literalmente, ya saben: "sin tetas (o más bien sin teta) no hay Sierra Elvira".

viernes, 4 de septiembre de 2009

Cúmulos de despropósitos (I)

De vez en cuando, una noticia en particular me sirve para ilustrar un error concreto y explicar su causa. En otras ocasiones, el mismo error aparece de forma recurrente en diferentes medios y así trato de reflejarlo, para posteriormente introducir el pertinente comentario.

Sin embargo, hay noticias que en sí mismas son todo un cúmulo de despropósitos, pues en sólo unas pocas líneas aparecen reiterados desatinos y, por esta razón, pretendo inaugurar una serie de entradas bajo el mismo nombre, para aglutinar a las diferentes piezas que compondrán este Museo de los Horrores.

Comenzamos por Adn. Aquí encontramos una noticia cuya entradilla parece fruto de una encarnizada riña entre el redactor y el traductor de Google en la que el primero, por supuesto, acaba perdiendo.


"La revuelta poselectoral", sintagma nominal cuyo núcleo es un nombre en singular, viene seguido de "no se ha probado que dirigidas desde el exterior". ¿Las revueltas, en plural, o qué? "Ayatolá", además, viene sin artículo.

En segundo lugar, esta noticia extraída de Público contiene dejos castizos, como "determinao", neologismos sacados de la manga, como "prolonado", faltas ortográficas como "aún" por "incluso" y hasta construcciones que también parecen salidas del traductor de Google, como se aprecia en las tres líneas subrayadas, por no hablar de la repetición en esas mismas líneas del verbo "muestran". Para qué buscar sinónimos (tarea harto complicada, parece).


La misma noticia en Extremadura al día, sin embargo, aparece convenientemente editada y, en consecuencia, al alcance de la comprensión de quien la lea.

En tercer lugar, 20 Minutos imprime un tratamiento familiar a los protagonistas de sus noticias, como sucede con "el Gerardo Díaz Ferrán", presidente de la CEOE. Se ve que los demás estamos demasiado encorsetados en el trato, ¿no?

En Adn (nuevamente) desconocen que el verbo "denegar" se conjuga como "acertar" ("él acierta") y escriben la tercera persona del singular del presente de indicativo como les parece.


Con todo, la palma se la lleva ABC (vuelvo a retractarme de mis palabras anteriores sobre él, como ya decía ayer). Veamos el concentrado de disparates:


De entrada, separar el sujeto de su verbo mediante una coma por el hecho de que éste sea largo es incorrecto, como indica el Diccionario panhispánico de dudas (2005). A continuación, se han olvidado de las tildes obligatorias en "bebés", "Rocío" (2 veces), "guapísimos" y "Él". Posteriormente, para expresar la hora no han puesto el correspondiente artículo y han separado las horas y los minutos mediante coma, cuando lo preceptivo es hacerlo mediante punto o dos puntos. El decimal de "1,9" lo han separado de la coma sin necesidad, mientras que después de "doctor" no aparece el obligatorio punto y aparte.

En ese mismo párrafo aparece un fallo de concordancia; "ingresado" se refiere a los bebés y, al ser tres, debería estar en plural. Otro error similar aparece en el último párrafo, cuando se dice que su suegra "le" echará una mano. Muy egoísta habría de ser la señora si sólo le ayudase a él, y no a su hija y nietos, por lo que deducimos que la forma adecuada aquí es "les". Por último, detrás de "señaló qué" sería necesaria una coma, al introducir una oración subordinada adverbial concesiva interrumpiendo una subordinada sustantiva de complemento directo.

Sobran las palabras, sobre todo si sólo me vienen a la mente expresiones malsonantes para calificar esta sarta de infamias.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Latinismos, o cómo vivir después de muerto (I) - ¿Los santos huelen mal?

Supongo que, a estas alturas, decir que el latín es una lengua muerta es incontestable. Sin embargo, pervive no sólo en las actuales lenguas románicas, sino también en multitud de expresiones, o latinismos, que han pasado a formar parte de nuestro acervo lingüístico de forma literal, o casi.

Desgraciadamente, su empleo suele plantear problemas no sólo a los usuarios de a pie (cuántas veces habré oído aquello de *de motu propio), sino también a los profesionales de la comunicación pues, bien por desactualización de los conocimientos, bien por pura ausencia de éstos, no siempre dan en el clavo cuando han de emplearlas.

Una de ellas es "post mórtem", cuya traducción es "después de muerto". Múltiples son las interpretaciones que se dan a la ortografía de este latinismo por parte de distintos redactores en diferentes diarios nacionales.

En Adn (no podía faltar), junto y sin tilde.


En El País, en cursiva, con guión (claro, es que en latín se estilaba tanto...) y sin tilde. Además, siguiendo la estela de la nueva publicidad de Ikea, "donde caben dos, caben tres".

La agencia Europa Press lo interpreta sin tilde, junto y, además, con comillas simples. Ahí queda eso.


Por último, ABC se postula como el único diario en escribirlo separado. Eso sí, sin tilde, no vaya a ser que se desgaste la tecla de tanto pulsarla.


A todo esto, ¿qué dice la Real Academia?

Efectivamente, la forma correcta de escribir esta expresión es separando las dos palabras que la integran y poniendo tilde al vocablo "mórtem".

Resumiendo, el latín es una lengua muerta que, no obstante, sigue latiendo con fuerza en multitud de palabras y expresiones que empleamos día a día. La lástima es que, de seguir así, vamos a acabar rematándola del todo.

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INCISO:

Al hilo de la imagen extraída de ABC, y ya que entre expresiones anda el juego hoy, me gustaría comentar el uso de la expresión *en loor de santidad contenida en el artículo que hemos empleado para ilustrar una de las formas incorrectas de escribir "post mórtem".

Decía hace unos días que ABC me parece uno de los diarios mejor escritos de España, sin entrar en temas ideológicos en ningún momento (pues, a este respecto, la autora de esta bitácora es absolutamente imparcial a la hora de extraer ejemplos que ilustren las distintas entradas). Permítanme retractarme de mis palabras. Cada vez tengo más constancia de distintas incorrecciones y erratas contenidas en sus páginas y, no sólo eso, sino que si se les envía una rectificación sobre las mismas, dan la callada por respuesta, hacen oídos sordos o, dicho de otro modo, se la pasan por el Arco del Triunfo. No les culpo, pues es tendencia en otros muchos medios digitales, junto con la de borrar los comentarios con correcciones. Supongo que a nadie le hace gracia que le señalen con el dedo, pero siempre se ha dicho que "es de sabios rectificar". Será que el orgullo se antepone a la sed de aprendizaje.

Dejando atrás la digresión y volviendo a la expresión *en loor de santidad, la forma correcta de ésta es "en olor de santidad", como bien indica el Diccionario panhispánico de dudas, cuyas sabias palabras me permiten ahorrarme las mías al respecto.

Especialmente frecuente era la construcción en olor de santidad como complemento, casi siempre, del verbo morir, en cuyo origen, además de la metáfora aludida, cabe suponer que influyó la creencia extendida de que el cuerpo incorruptible de los santos exhala realmente, en el momento de la muerte, un olor especial. Esta construcción sigue vigente en el español actual: «Muchos que en España vivían en olor de santidad, como el mercedario Blas de Ocampo, no más hubieron respirado el aire de Chile se vieron de tal modo transformados e irreconocibles que no cabía duda de que Satán era el que aquí dictaba la ley» (Labarca Butamalón [Chile 1994]); «Varios ecuatorianos de admirables virtudes, muertos en olor de santidad, iluminan con su apostolado social el siglo xix» (Salvador Ecuador [Ec. 1994]).
[...]
El hecho de que el sentido recto, no metafórico, de la palabra olor dé lugar a interpretaciones jocosas de la locución en olor de multitud(es) ha hecho que, en los últimos años, muchas personas sustituyan olor por loor, palabra que, por significar ‘elogio o alabanza’, encaja mejor para el hablante actual con el valor de la locución; pero se trata de una ultracorrección que debe evitarse: Marca de incorrección.«Llegó anoche a la capital en loor de multitudes, en medio del júbilo desaforado de una gente que le aclamaba como el libertador» (País [Esp.] 21.5.97); la construcción en loor de (‘en alabanza de’) es frecuente y correcta, pero va seguida siempre del sustantivo que expresa la persona o cosa a la que va dirigida la alabanza, no del sustantivo que expresa quién la realiza ( loor, 1).
Hay cosas que huelen bastante peor, como la corrupción, el silencio y la pasividad de los gobiernos frente a las realidades que tienen delante cada día, la muerte de una mujer a manos de su pareja o la invasión de la Red por parte de pederastas. Pero a veces queremos ser tan finos que acabamos pateando el diccionario hasta destrozarlo.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

¿Más vale que sobre?

De la mano de Fulgida nos llega hoy este cartel publicitario que, a su vez, me ha recordado la entrada publicada el pasado 29 de agosto en el blog "Acentos perdidos". Ésta se hacía eco de unas declaraciones del director de la carrera de Publicidad de la Universidad Diego Portales de Chile, en las que afirmaba que las tildes pueden llegar a "estorbar" en un anuncio publicitario. Sorprendente a la vez que bochornoso.

Se ve que aquí no se han enterado aún de semejante "tendencia", o aberración, así que, en aras de predicar con la sabia premisa del refranero español de "más vale que sobre, que no que falte", han plantado una tilde al verbo monosílabo "vio".


Con una simple consulta al Diccionario panhispánico de dudas se habría podido evitar el desastre. Más que nada, porque la entrada sobre la tilde no sólo trata este concepto, sino que hace un repaso por las reglas generales de acentuación que, por supuesto, incluyen a los monosílabos. Y entre los ejemplos mencionados, justo al principio, aparece precisamente la forma "vio".

1.2. Monosílabos. Las palabras de una sola sílaba no se acentúan nunca gráficamente, salvo en los casos de tilde diacrítica ( 3.1): mes, bien, fe, fui, pan, vio. Puesto que, dependiendo de distintos factores, una misma secuencia de vocales puede articularse como diptongo ( diptongo) o como hiato ( hiato), para saber si una palabra es o no monosílaba desde el punto de vista ortográfico, hay que tener en cuenta que algunas combinaciones vocálicas se consideran siempre diptongos a efectos de acentuación gráfica, sea cual sea su pronunciación. En concreto, toda combinación de vocal abierta (a, e, o) + vocal cerrada (i, u), o viceversa, siempre que la cerrada no sea tónica, así como la combinación de dos vocales cerradas distintas, han de considerarse diptongos desde el punto de vista ortográfico. Esta convención es una de las novedades introducidas en la Ortografía académica de 1999. Por eso, algunas palabras que antes de esta fecha se consideraban bisílabas pasan ahora a ser consideradas monosílabas a efectos de acentuación gráfica, por contener alguna de las secuencias vocálicas antes señaladas, y, como consecuencia de ello, deben escribirse sin tilde. Estas palabras son formas verbales como crie, crio, criais, crieis (de criar); fie, fio, fiais, fieis (de fiar); flui, fluis (de fluir); frio, friais (de freír); frui, fruis (de fruir); guie, guio, guiais, guieis (de guiar); hui, huis (dehuir); lie, lio, liais, lieis (de liar); pie, pio, piais, pieis (de piar); rio, riais (de reír); los sustantivos guion, ion, muon, pion, prion, ruan y truhan; y, entre los nombres propios, Ruan y Sion. No obstante, es admisible acentuar gráficamente estas palabras, por ser agudas acabadas en -n, -s o vocal, si quien escribe articula nítidamente como hiatos las secuencias vocálicas que contienen y, en consecuencia, las considera bisílabas: fié, huí, riáis, guión, truhán, etc. La pronunciación monosilábica es predominante en amplias zonas de Hispanoamérica, especialmente en México y en el área centroamericana, mientras que en otros países americanos como la Argentina, el Ecuador, Colombia y Venezuela, al igual que en España, es mayoritaria la pronunciación bisilábica.

Otro día hablaremos de puntuación y de la ignominiosa omisión de la interrogación al principio de la pregunta, que también tiene su aquél. Aquí se ve que se les olvidó el refranero.