miércoles, 13 de julio de 2011

Flagrancias (5) - Una ídem en la ducha

Hay quien dice que estoy enferma. Que lo de ir buscando (y encontrando) faltas de ortografía, gazapos y demás de forma constante no puede ser sano y debe de esconder algún tipo de trastorno obsesivo-compulsivo del que yo, al menos, no tengo constancia. No digo que no pueda ser cierto, ojo, pero hasta la fecha yo vivo muy tranquila al respecto y, desde luego, no hago daño a nadie con mi cámara de fotos. 

Bien, pues hoy encontré algo en el sitio más inesperado: ¡en la ducha! Además, ha sido de esos gazapos que no se buscan, sino que te llaman tan poderosamente la atención que podría decirse que se encuentran solos.

He terminado (por fin, la verdad sea dicha) el bote de gel de ducha de leche de vainilla de la marca Le Petit Marseillais, cuyos productos en su día compré con mucha ilusión, al recordarme a mis viajes de juventud temprana a Francia y porque presumían de naturales e, incluso, veganos, pero de la que actualmente reniego, por las razones que expondré a continuación. (*)

Iba a tirar el bote vacío a la basura cuando me he encontrado con esto: 


¡Oh, qué ilusión! El traductor al español del texto (cuyo original presupongo en francés) ha evocado involuntariamente una de las secciones más importantes de esta bitácora, lo que da como resultado una mezcolanza de churras y merinas bastante jocosa.

Veamos qué dice el DRAE:
flagrancia.
(Del lat. flagrantĭa).
1. f. Cualidad de flagrante.


¿Qué es flagrante, entonces?

flagrante.
(Del ant. part. act. de flagrar; lat. flagrans, -antis).
1. adj. Que flagra.
2. adj. Que se está ejecutando actualmente.
3. adj. De tal evidencia que no necesita pruebas. Contradicción flagrante.
en ~.
1. loc. adv. En el mismo momento de estarse cometiendo un delito, sin que el autor haya podido huir.


Curémonos en salud, con todo, no vaya a ser que el gel flagre y no lo sepamos:

Ver conjugación flagrar.
(Del lat. flagrāre).
1. intr. poét. Arder o resplandecer como fuego o llama.


No creo que sea el caso, ¿no? Aunque más vale no menospreciar las cualidades inflamables de algo tan aparentemente inofensivo.

De todas maneras, más bien parece que la palabra precisa era la siguiente:


fragancia.
(Del lat. fragrantĭa).
1. f. Olor suave y delicioso.
2. f. p. us. Buen nombre y fama de las virtudes de alguien.



Si Trados (o cualquiera que fuese la herramienta TAO que empleó el traductor en cuestión) mostrase un comportamiento como el de Google, posiblemente habría lanzado una advertencia así: «Quizás quiso decir: fragancia». No sucedió de este modo y, como pueden apreciar, el resultado ha sido, cuando menos, curioso.

(*)Volviendo a lo que comentaba anteriormente y saliéndome bastante del contexto habitual, ¿por qué no voy a volver a comprar nada de Le Petit Marseillais? Básicamente porque, tras escribir a su servicio de atención al cliente, desde esta marca, perteneciente a Johnson & Johnson (conocida por su incondicional apoyo a las pruebas en animales) me confirmaron que, efectivamente, continúan ejerciendo este tipo de prácticas también sobre los cosméticos de la firma francesa.

Me encanta que los fabricantes no me den largas cuando me pongo en contacto con ellos y sean capaces de admitir lo que muchos ya sabemos por otras vías; en este sentido, eso les honra. Sin embargo, yo, como consumidora, me niego a volver a adquirir un producto que esté probado en animales, máxime cuando existen numerosas alternativas que no ponen en peligro ni su salud ni su bienestar. Así pues, una y no más, Santo Tomás.

21 comentarios:

Homo libris dijo...

Don Trotty, espécimen de cobaya, conejillo de indias, cerdito de Guinea y sufrido congénere de tantos animales de laboratorio que mucho han hecho por el bienestar humano aportando conocimiento y saber a la medicina se niega a ser tratado como tal para probar un cosmético o adoctrinar a un estudiante de alguna carrera relacionada con la Biología. Además, que lo sé de buena tinta, le envía a usted un beso roedor y un "uiui" cariñoso.

Genial su entrada y descubrimiento sagaz. ¡Menuda agudeza visual! Seguro que no le había entrado espuma en los ojos en ese momento, jejeje.

Besos.

Azote ortográfico dijo...

Señor Homo libris:

Don Trotty me dio hoy un susto de muerte porque estaba en su morada totalmente inmóvil. Al final resultó que estaba durmiendo, pero el vuelco en el corazón ya me había dado.

Tiene razón: no me entró espuma en los ojos (aunque vaya usted a saber, pues Le Petit Marseillais pertenece a J&J y estos, con su champú Johnson's baby «de toda la vida» son los abanderados del «No mas lágrimas». Cuántos animales no habrán quedado ciegos para lograrlo... Se me abren las carnes solo de pensarlo).

¡Besos!

MJGF dijo...

Vale, no más Johnson's baby para los García.
Volviendo al tema principal, algo de TOC ortográfico-normativo sí tienes, Reina. Te lo dice alguien que padece del mismo mal (y que corrige exámenes viendo la tele para no cargarse al 99% del alumnado).
F

Azote ortográfico dijo...

¡Bien! Que no sabes tú la cruzada que llevo yo contra el animal testing, como le dicen los guiris. :P

No se me había ocurrido que pudiera existir una versión ortográfico-normativa del TOC, pero es verdad que encajo (un poco) en el perfil. Igualmente, como decía antes, es un trastorno que no hace daño a nadie (bueno, tus alumnos puede que no opinen lo mismo, pero así al menos harán por ponerse las pilas, o eso espero).

Besos.

Mae Wom dijo...

El ser humano suele convertir en trastornos de los demás lo que en propias carnes a veces son carencias. Es lógico que tengas el ojo entrenado.
A mí me gusta la fotografía y el cine y mentalmente voy destripando efectos, destapando "cromas" (o chroma), viendo líneas torcidas, y he llegado a descubrir cuadros que estaban un milímetro torcidos. ¿Enfermizo? Involuntario, tampoco es que vaya buscando milímetros perdidos como una posesa pero están ahí.
Centrándome en el tema de la "flagrancia" marsellesa, a lo mejor es que se huele hasta con el envase cerrado por eso es flagrante :P
Lo de Johnson & Johnson, junto con Procter & Gamble, es de pesadilla. Son dos gigantes que están detrás de muchas otras marcas. Es estresante encontrar marcas que no prueben con animales y muchas veces cuando tienes localizadas unas hacen algún movimiento interno como compañía y pasan a pertenecer a otra mayor que sí hace experimentos, o trabajan con otra que los hace con las materias primas. Yo desde que me enteré, L'Oreal, ni lo miro, por ejemplo, y en cuanto veo la indicación de J&J lo suelto como si fuera un carbón encendido ;)

Azote ortográfico dijo...

Mae Wom, tú eres de las mías. Contra Procter and Gamble, Unilever, J&J y el consorcio L'Oréal tengo una verdadera cruzada personal. Encima, lo de este último es de traca: hay marcas que continúan sin probar sus productos ni ingredientes en animales, como The Body Shop (o eso mantienen, que a estas alturas, a saber), pero en la propia, ellos juran y perjuran que no, que no hacen pruebas desde el 89. Eso sí, los ingredientes, mejor no mencionarlos, ¿no? Todo mientras PETA desmiente sus afirmaciones colándose en sus entrañas.

En suma, esto es un asco y me callo ya porque con este tema es peor que si me dieran cuerda. Como con el de los transgénicos.

Por lo que respecta al ojo entrenado... lo del cuadro un milímetro torcido también me pasa a mí. Me ha encantado tu frase sobre convertir en trastornos las carencias de otros, pues creo que tiene mucho de razón, aunque también me temo que debo empezar a asumir que un poco de TOC sí que hay, ¿no?

¡Saludos!

*entangled* dijo...

Tu comentario me ha recordado la expresión in fraganti, evidente latín macarrónico, deformación de la locución in flagranti (delicto). Acudiendo al Diccionario panhispánico de dudas de la RAE, en la segunda acepción de fragante me encuentro con esto:

«2. en fragante. Adaptación al español de la falsa locución latina in fraganti (-> in fraganti), que se usó a veces en el español clásico: «Acertaron a estar en la calle dos de la guarda del Pontífice, que dicen pueden prender en fragante» (Cervantes Persiles [Esp. 1616]). Ha desaparecido de la lengua actual y no debe restituirse su empleo para evitar la confusión entre los adjetivos fragante y flagrante, usados hoy con sentidos muy diversos.»

Pero entonces… si hasta Cervantes confundía los términos, creo que debes disculparte con los de J&J. Está claro que sólo intentaban dar un aire cervantino a su etiqueta. ¿O no?

Azote ortográfico dijo...

*entangled*, el tuyo es uno de esos aportes que mejoran e incluso superan el contenido de cualquier entrada. ¡Qué bueno! No había caído yo en la similaridad con in fraganti, que de fraganti nada, como ha quedado patente.

No obstante, me temo que presumirle el atrevimiento cervantino al traductor o traductora de J&J es presumir demasiado, ¿o no? ;)

¡Saludos!

Ángeles dijo...

Otra de mis parejas complejas favoritas: fragante y flagrante.
O sea, que a los del gel fragante los pillaste en flagrante metedura de gamba.
A ver si es que lo ha traducido un filólogo...

julio e. dijo...

imagino que, como no lo has anotado, ya no luchas con errores como " y hidratante" que tambien viene en el envase, ya es mucho para el pequeño marselles

Azote ortográfico dijo...

Ángeles: va a ser eso, ¡seguro! La culpa, si no es de los niños, es de los filólogos. :P

Julio, normalmente no señalo todo lo que veo, pero reconozco que en esta ocasión me cegué tanto con flagrancia que eso, directamente, se me pasó. Has hecho genial en señalarlo, porque también se las trae.

¡Saludos!

Manuela Mangas Enrique dijo...

¡Cómo me alegro de haberte encontrado!
Me he sentido tan identificada con esta entrada que aún no me lo puedo creer...

Magnífico el blog. Me pasaré con frecuencia para leer las entradas anteriores.

Saludos desde el campo.

Piper dijo...

¡Yo lo tengo en casa!

Y soy igual que tú, revisando siempre todo, que no haya gazapos ... jejeje.

besos reina

Isi dijo...

Pues sí que hay alternativas y montones de cultivos celulares para ensayar productos de todo tipo, que yo creo que sale hasta más barato para el productor, no te digo más.

En todo caso, justo en un libro que leí hace poco me acordé de ti porque un personaje se pasaba la vida buscando erratas en los libros, panfletos y todo tipo de cosas que caía en sus manos, ¡incluso en los subtítulos de los programas de la tele! Era la tía de la prota en "La niña que iba en hipopótamo a la escuels". Y yo me dije, "Mira, como Azote" jajajajaaaa

Besitos (yo respondo a la violencia de tu látigo con amor ;) ).

Piper dijo...

¿Sabes que? yo tengo el bote de este gel pero aroma Lavanda y no tiene la errata !


Un beso

Azote ortográfico dijo...

Muchas gracias, Manuela. Estaremos en contacto.

Piper, ¡qué bueno! Yo no he probado los demás aromas (y después de lo que me contestaron los de Johnson & Johnson, no creo que lo haga), pero me llama la atención que se les haya colado en unos botes sí y en otros no. ¡Los miraré en el supermercado!

Isi, ¡tengo que ver esa película! Me ha hecho gracia lo de los subtítulos especialmente: si tú me vieras despotricar cuando estoy viendo Bones, te asustarías y todo, jajaja.

Me guardo el látigo para mandarte un besazo esta vez. ;)

¡Saludos a todas!

Mae Wom dijo...

Bueno, pero mucho mejor un TOC que una psicopatía! Dónde va a parar! :P

En serio, supongo que hay grados y nadie mejor que un@ mism@ para saber si algo se acerca a un TOC o no pero para mí el TOC es hacer/pensar/decir algo que te molesta y no puedes evitar o que en algún momento del día te impide hacer una vida normal y yo la verdad es que no sufro con mi "ojo milimetrado". Otra cosa es que haya a quien le moleste.
...Al final en mi caso tendré que hacérmelo mirar pero lo del TOC yo lo veo un poco desmedido, como si a un cirujano le llaman morboso, pobrecillo. ;)

Gonzalo Gutiérrez dijo...

¡Ay flagrancia!, zuprimo. Como si lo hubiera escrito el mismísimo de la flagoneta con los malocotones.

Alonso dijo...

Yo no pienso que estes enferma y que andes buscando errores ortograficos por todos lados,si existieran tantas personas como tù que brindan una ayuda para mejorar estos errores las cosas serìan màs simple.Daniela deprestiti personali

Natalia P. Bermejo dijo...

Qué desafortunado ese "cuanto menos" precisamente en un blog sobre gazapos que cometen los demás... :S

Por cierto, en mi bote de Le Petit Marsellais pone "fragancia".

Saludos.

Azote ortográfico dijo...

@Gonzalo:

Algo así, algo así...

@Daniela:

Ese es el fin, siempre lo digo: la didáctica. Si además consigo haceros pasar un buen rato, ¡bienvenido sea!

@Natalia:

Desafortunado no, ¡lo siguiente! Me temo que ya tengo nueva entrada para «El Azote azotado». De todos modos, yo siempre digo que soy la primera que mete la pata, aunque procure con todas mis fuerzas no hacerlo. Lo de «cuanto menos» por «cuando menos» es un vicio que viene de lejos, y no hace demasiado tiempo que aprendí que estaba mal. Al llevar tanto tiempo sin meterle mano al blog, ni me dio por darle una vuelta. Gracias por el apunte, ya está solucionado.

En cuanto al bote de gel, depende de la fragancia y de la tirada: lo de «flagrancia» no aparecía ni en todos los botes ni en todos los aromas. No me he vuelto a fijar si sigue presente en los de vainilla, pero la próxima vez que vaya al súper echaré un vistazo.

Saludos y gracias.