miércoles, 24 de marzo de 2010

Flagrancias (1) - Hola

Últimamente me "comen" las obligaciones (o los "quereseres", ese término que han popularizado dos estudiantes de español en YouTube), pero eso no quiere decir que me olvide del blog ni que no esté buscando el modo de poder actualizar con regularidad.


Por este motivo, tengo preparada una serie de flagrancias que he ido recopilando en los últimos tiempos, pues que no tenga tiempo de publicar no se traduce en que se me escapen los atentados ortográficos.

Me gustaría comenzar por la archiconocida revista Hola, cuyo rancio abolengo, exceso de Photoshop y excelso peloteo por el personaje público no pasan desapercibidos. No obstante, distinto es el caso de su obsolescencia ortográfica o, dicho de otro modo, el hecho de que un cierto regusto a naftalina no deje de impregnar sus páginas.


Más de una vez he debatido con algún publicista sobre las tipografías y lo complicado que resulta en algunas de ellas usar la tilde al venir importadas del mundo anglosajón. No obstante, el hecho de que en las mayúsculas no se emplee tilde no tiene justificación ortográfica alguna, pese a la popular creencia errónea de lo contrario.

La revista
Hola, con su periodismo empalagoso y cuidadas fotografías, ejemplifica esta leyenda urbana tanto en su portada como en sus páginas interiores.



Hola,tildes


Como decía anteriormente, son muchos los que creen que las mayúsculas no necesitan ser acentuadas. ¿Y por qué, dirán ustedes? ¿De dónde viene esa convicción?

Parece ser que se remonta a aquellos tiempos en los que empleábamos máquinas de escribir, en los que se hacía imposible usar la tilde sobre las mayúsculas sin que sobre el papel se reflejase un extraño refrito. Sin embargo, la Real Academia Española JAMÁS dijo que no tuvieran que llevarla. Cito literalmente del texto de 1974, no normativo, por cierto, que ampliaba las reglas presentes en la
Ortografía de 1959.


El empleo de mayúscula no exime de poner tilde sobre la vocal que deba llevarla según las normas del Cap. III.


También en él se afirma que:



Como se indicó en el párrafo 6, apartado 15, el uso de mayúscula no quieta la obligatoriedad de la tilde exigida por las normas del presente capítulo. Son, por lo tanto, preceptivos ÁFRICA o África, ÓRGIVA u Órgiva, PRÁDANOS, MONTÁNCHEZ, PALAMÓS, etc, que sin tilde podrían leerse con acentuación equivocada.

Finalmente, en el texto de 1999 se menciona lo siguiente:


Las mayúsculas llevan tilde si les corresponde según las reglas dadas. La Academia nunca ha establecido una norma en sentido contrario.

Pero aquí no termina la cosa. La evidente confusión que tienen en esta revista con respecto a la tilde no se queda solamente en el empleo de las mayúsculas. Parece que también con las minúsculas tienen ciertos problemillas.


ésta

El redactor en cuestión no se ha enterado todavía de que los demostrativos ya solamente llevan tilde en caso de ambigüedad, como se afirma tanto en el
DPD de 2005 como en el Esencial de 2006. Peor aún, es que le ha puesto tilde al demostrativo cuando funciona de determinante, delante del sustantivo "Semana"; la tilde únicamente está justificada en un demostrativo cuando este hace función de pronombre, nunca al revés.


Así, señores de Hola, creo que han tenido tiempo más que suficiente para revisar un poco las reglas ortográficas y retirar de su camino esa piedra con la que tropiezan en cada uno de los números que publican. Muchas veces, el problema de escribir mal no repercute solamente en el que lo hace, sino que existe el peligro de crear escuela.