jueves, 4 de agosto de 2011

Securitas: por si dejas tu casa «sóla»

Llevaba tiempo con ganas de publicar esta entrada; sin embargo, el hecho de que el anuncio no estuviera disponible en YouTube u otra plataforma similar ha supuesto cierta dificultad para poder conseguir el testimonio gráfico que ponga de manifiesto el escaso dominio de la ortografía que tienen los... ¿quiénes? Porque esto es como una cadena de montaje, me temo: algo falló en un punto concreto, pero nadie ha tenido a bien arreglarlo después. ¿El resultado? De vergüenza ajena.

Se trata, como ya anticipé en el título, del anuncio de Securitas que se está emitiendo en televisión últimamente con Mario Picazo (sí, el hombre del tiempo de «Telecirco») como imagen. El hecho de que la tele no sea santo de mi devoción precisamente (quienes me sigan en Twitter es probable que conozcan mi pasión declarada por Bones y Criminal Minds, pero no suelo ver mucho más) y que solo se pueda encontrar el anuncio en ella han supuesto dos dificultades añadidas para conseguir la foto que atestigüe esta cagada ortográfica; una de tantas pues, desgraciadamente, cada vez están más a la orden del día.

Con todo, hace poco dio la casualidad de que, mientras desayunaba, emitieron el anuncio y, además, tenía la cámara de fotos a mano. Por eso, y porque no tengo un estupendo videograbador con disco duro, hice lo único que se me ocurrió entonces: hacerle una foto a la tele. Disculpad, pues, la horrorosa calidad del documento gráfico.


El debate entre quienes desean mantener la tilde de solo cuando funciona como adverbio, pese a la recomendación de la RAE (que aboga por su supresión), y quienes hemos optado por prescindir de ella sigue siendo encarnizado aun habiendo pasado ya varios meses desde la publicación de la nueva Ortografía. Lo que no tiene justificación alguna es la tilde en *sóla. El masculino de este adjetivo, solo, era precisamente el miembro de la pareja que no llevaba tilde cuando aún se prefería el uso de la diacrítica para distinguirlo del adverbio. Por tanto, si el masculino no la llevaba, el femenino tampoco. Ahora, menos todavía.

¿Tan complicado es llevar un cierto control de lo que se escribe, publica o difunde? Reivindico desde aquí la figura del corrector, en mi propio nombre y en el de tantos otros compañeros en paro. La inestimable labor de estos profesionales evitaría vergonzosos resultados como el que hoy os traigo.

No sé qué tal andará de calidad esta empresa a la hora de ofrecer la protección y seguridad que tanto pregonan; lo que sí está claro es que su anuncio deja mucho que desear. La BBC ya anunciaba hace unas semanas que las faltas de ortografía pueden reducir las ventas en línea hasta un 50 % en un mundo en el que la imagen cuenta, y mucho. Así las cosas, yo me pregunto: ¿qué más se les escapará a los de Securitas?