sábado, 19 de diciembre de 2009

El retorno - El Azote azotado

Hay periodos en la vida en que parece que el tiempo se escurre entre los dedos, como un puñado de arena. Que los días pasan teñidos de gris, sin nada que los haga especiales, sin que parezcan cundir. Puede ser una semana, un mes, tres... o cuatro, como ha sido (y, por qué negarlo, aún es) mi caso. A veces las fuerzas fallan, las esperanzas se desvanecen, los sueños se desdibujan, pero es necesario obligarse a retomar aquello que te hace sentir vivo. Así que aquí estoy.

Y qué mejor manera de retomar esto que con una fe de erratas. No dudo en criticar a aquellos que dan por sentados sus conocimientos y no se molestan en reciclarlos; pues yo he incurrido exactamente en lo mismo.

Una profesora del máster que estoy cursando tuvo que señalarme, al hilo de la lectura de un trabajo de investigación mío, la incorrección que ahora supone poner tilde a los demostrativos, incluso aunque estos desempeñen la función de pronombres, salvo en caso de (infrecuente) ambigüedad. La Ortografía de 1999 señalaba la optatividad de la tilde en este caso; actualmente, tanto el Diccionario panhispánico de dudas de 2005 como el Esencial de 2006 proponen lo siguiente (cito del DPD):

Los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, pueden ser pronombres (cuando ejercen funciones propias del sustantivo): Eligió este; Ese ganará; Quiero dos de aquellas; o adjetivos (cuando modifican al sustantivo): Esas actitudes nos preocupan; El jarrón este siempre está estorbando. Sea cual sea la función que desempeñen, los demostrativos siempre son tónicos y pertenecen, por su forma, al grupo de palabras que deben escribirse sin tilde según las reglas de acentuación: todos, salvo aquel, son palabras llanas terminadas en vocal o en -s ( 1.1.2) y aqueles aguda acabada en -l ( 1.1.1). Por lo tanto, solo cuando en una oración exista riesgo de ambigüedad porque el demostrativo pueda interpretarse en una u otra de las funciones antes señaladas, el demostrativo llevará obligatoriamente tilde en su uso pronominal. Así, en una oración como la del ejemplo siguiente, únicamente la presencia o ausencia de la tilde en el demostrativo permite interpretar correctamente el enunciado: ¿Por qué compraron aquéllos libros usados? (aquéllos es el sujeto de la oración); ¿Por qué compraron aquellos libros usados? (el sujeto de esta oración no está expreso, y aquellos acompaña al sustantivo libros). Las formas neutras de los demostrativos, es decir, las palabras esto, eso y aquello, que solo pueden funcionar como pronombres, se escriben siempre sin tilde: Eso no es cierto; No entiendo esto.

Así que, por esta vez, el Azote ha sido azotado. Trabajaremos por que no haya una siguiente.

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Volviendo a lo que de verdad nos concierne, las incorrecciones lingüísticas, he de admitir que tengo pendiente un buen cargamento de imágenes para publicar, muchas de ellas enviadas por seguidores del blog. Sin embargo, cada una de ellas merece ser comentada de forma pormenorizada y detallada, de modo que a partir de los próximos días comenzaré a trabajar en ellas a fondo.

Hoy, de todos modos, tengo bastante fresco el nuevo anuncio televisivo de la línea capilar Thermal Recovery de TRESemmé. En esta ocasión, el error no es ortográfico ni estilístico, sino traductológico (término que a estas alturas no recoge la Real Academia Española, por cierto).

El vocablo inglés thermal tiene dos traducciones: termal (perteneciente o relativo a las termas, según el DRAE) y térmico (perteneciente o relativo al calor o la temperatura). Si, como en este contexto, se está promocionando un producto que precisamente pretende reparar los daños que causa el calor de aparatos como planchas y secadores, ¿a santo de qué viene traducir thermal como termal? Llámese desconocimiento, llámese despiste, pero el anuncio aparece insistentemente en nuestras televisiones, recordando una y otra vez que hubo alguien, desde que se gestó la campaña publicitaria hasta que se dio luz verde a su emisión, que ha demostrado que su inglés no es el que debiera.

O eso, o que nos quieren colar el "termal" y hacernos creer que estos productos contienen ingredientes procedentes de termas, manantiales y demás. El caso es que no deja de ser un error imperdonable.


9 comentarios:

Homo libris dijo...

No sabes cuánto me alegra tu regreso a estos pagos virtuales. A buen seguro no soy el único; son muchos quienes se han acordado de ti en muchos blogs durante todo este tiempo.

Ojalá el regreso sea largo y próspero, y nos enseñe como hasta ahora tanto sobre nuestra lengua. Y que sea, como lo fue antaño, luz y alegría en esta nuestra casa, que es tu bitácora.

Besos.

Iraya Martín dijo...

Ya había leído por algún comentario lo del demostrativo pero yo me sigo quedando un poco idiota cuando estoy leyendo un libro y no lleva la tilde. Acabo teniendo que leer la frase dos veces porque se me escapó que era pronombre y en mi cabeza no le di la acentuación adecuada. (Si, leo para mí como si leyese en voz alta y por eso tardo milenios en acabar un libro)

lammermoor dijo...

Hola, Azote. Homo libris tiene razón; eramos muchos los que le preguntabamos por tí y esperabamos que volvieras, látigo en mano.

Sobre la incorreción del anuncio, me da la sensación de que más que un error de traducción (que también) lo que pretenden es sugerir la bondad de los productos (todo lo que lleva la palabra termal suena a bueno, natural, beneficioso, etc).

Isi dijo...

AZOTE!!! Qué alegría!!
Alegría a pesar de que expones una norma que yo incumplo una y otra vez sin darme cuenta en muchas ocasiones. Y es que me cuesta poner por ejemplo "Es este" así, sin tilde. EN fin, estaré más atenta.

Lo de termal estoy con Lammermoor, que suena bien, como de fuentes termales.

Un beso Azote (aunque me contestes con un latigazo)

MJGF dijo...

¡¡¡¡Has vuelto!!! ¡Oh Diosa del látigo lingüístico! Te he echado de menos.
Me encanta que hayas comentado la regla del demostrativo, porque es un problema para los alumnos; por mucho que yo insisto en que NO PONGAN TILDE (y que si la ponen por purismo o fetichismo gráfico, al menos, sean coherentes y se la pongan a todos), ahí andan venga a ponerla y a equivocarse.
Es una norma ignorada; los que corrigen los artículos de revistas científicas, me los colocan una y otra vez y puedes encontrarlos en montones de publicaciones.
F.

loquemeahorro dijo...

¡Bienvenida!
Estoy de acuerdo con la teoría comunitaria de que termal suena bien, como a ir a un balneario y vende.
Por otra parte, en las películas llevan años traduciendo "actually" por "actualmente" y se quedan tan contentos.

¿Y conoces lo de la Alterta Amber? Si quieres te lo cuento.

El Guisante Verde Project dijo...

Al más puro estilo Azote. :)

Felices Fiestas, y Bienvenida!!

Ángeles dijo...

Encantada con tu vuelta, Azote. Lo de las tildes tiene mandanga: antes nos quejábamos de que nadie las ponía y ahora resulta que lo malo es ponerlas. A los que las poníamos nos va a costar acostumbrarnos a no usarlas, y a que nos corrijan si no las ponemos, como señala Fulgida. En fin.
En cuanto a las traducciones erróneas que tanto abundan -muy acertado el ejemplo de loquemeahorro- yo a veces dudo: no sé si el que traduce no sabe bastante inglés o lo que no sabe es bastante español. Yo me inclino por esto último.
Saludos.

Azote ortográfico dijo...

A todos en general:

Muchísimas gracias por la acogida. Os echaba de menos, pero ni las circunstancias ni el ánimo han sido los mejores como para retomar el blog. Hasta ahora, claro.

Algunos de vosotros, como Lammermoor o Isi, es probable que tengáis razón en cuanto a lo de que termal suena a beneficioso (no así térmico), pero este pequeño "despiste" con pinta de triquiñuela publicitaria no deja de ser un engaño, en el caso de estar en el supuesto correcto.

Loquemeahorro, lo de actually clama al cielo, y te aseguro que es una de las cosas que más cuesta meter en la cabeza al españolito de a pie: que actually no significa actualmente. Sugerir currently más de una vez me ha llevado a que me pregunten si eso no es moneda. Y eso, con suerte.

Ángeles y Fulgida: las sucesivas reformas de la RAE en aras de la eliminación de las tildes me parecen un poco "de perdidos al río". La economía del lenguaje siempre ha sido un hecho pero, en este caso, el recorte y el ahorro parecen más bien una muestra de rendición ante la verdadera crisis que sufre la ortografía hoy día.

Un abrazo.